Palabras que me ayudan
A veces ocurre que le supongo más inteligencia de la que en realidad tiene.
Por supuestísimo de lo que le supongo más de lo que tiene, es interés.
“Eres mío y París es mío” escribió Hemingway con ese inexorable poder de apropiación que tuvo su literatura, asumo sus palabras para describir la parte de mi vida que te posee.
Desde que no te siento ando buscándote, inspiración;
con uñas y dientes ando buscándote y da
pena, amigo, que ya no te necesite.
Cuarteles, hermosa parte de una vida |
Lo bueno es
que nunca te he necesitado porque siendo persona de cuidar el sentir
interior, a veces olvido que la inspiración está dentro de mí.
Además de que cualquier suceso de la vida vale para
urdir argumentos, cuando consigo, después de descifrar lo que pienso, plasmarlo
en un discurso más o menos coherente, entonces y solo entonces, descanso.
Y como te iba diciendo, todo instante que fue mío me pertenecerá para siempre; incluso algunos momentos tan imborrables como efímeros siguen entre mis pertenencias cual entes con vida propia… ¡Qué maravilla!, resurgen las emociones con el fulgor del sentimiento puro, frágil, lleno de encanto, de primera vez. Sorpresa. Complicidad. Un momento donde tu voz envuelve todo en la perfección encajando el rompecabezas de la vida. Un instante de cielo en la tierra, un amén en el que nadie sobra, nadie falta…unos segundos de hechizo absoluto.
Y sí, ahí
siguen esos minutos de gloria preparados para salir a la luz cuando My way abre la caja
de pandora y deleita al mundo con algo más que música, con algo más que todo; lo
deleita con eternidad.
Otras veces la falta de actividad y tu absoluto mutismo me
deja varada y sin rumbo en cualquier puerto de la vida y entonces, también entonces,
tengo que pararme y reflexionar.
Andando, andando, ha llegado la Navidad buena época para repasar y hacer balance; y como dice un hombre, sabio de vida, con el que tengo el placer de conversar habitualmente, la calidad de la existencia se mide por la felicidad con la que vivas el día a día.
Y el día a día aquí discurre agradable y tranquilo,
quizás sin emociones rimbombantes, pero si con paz en el espíritu ¿Por qué
será? Será por la edad; será por la distancia recorrida de camino o será por la intención del que camina.
Sea por lo que fuere, dibujo realidad.
Y sigo estando aquí, y sigo con mi vida y sigo esperando cada noche la llegada del olvido, aunque parece que estés condenado a ser un cabo suelto en esta historia; un silencio lleno de ruidos en palabras del profesor.
Y sigo estando aquí, y sigo con mi vida y sigo esperando cada noche la llegada del olvido, aunque parece que estés condenado a ser un cabo suelto en esta historia; un silencio lleno de ruidos en palabras del profesor.
En determinados momentos adoro el silencio |