JOSE FERNÁNDEZ INBQ

ARACNE
      Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco
                                                                                                                     Eurípides.

En aquella esquina, sin luz, en penumbra, antes de la plegaria
Que el alba pespunta  en los rizos del sueño, al amanecer, la boca
Del  peligro abre los ojos, pájaros de cristal, en la tela de araña:
Es  un fantasma en el rastro del  poema  que teje la soledad.
Camina sin huellas, en el filo de los  besos, con la esperanza,
Partera del dolor, de compañera, inútil calcetín para la mano
Desnuda que camina inocente en busca del bocado feroz.

Trenzada en color, el alma del tapiz es la escuela  donde el dolor
Es la esquina de la muerte. Al acecho, rauda de voluntad, en vilo
El tejer la carne de la prisión, cada golpe del  querer  es huida sin razón,
Necedad y locura del amor siempre tu, extraño inconsciente inocente
Apenas manchado tardíamente expresado siempre aprendido nunca
En el siempre vivido: nunca tarde por ser verdadero, más allá
De la edad asignado: el amor existe si alguien te apuñala por la noche
En los sueños revueltos  por el  hybris, sementera del corazón. 
Demente, más oscuro que todo el ser sin estrellas, en lejanía
Más cercana que mi propio ser,  Aracne, fue eterna tu huida, 
Una prioridad, la necesidad  prisionera en lucha por tu libertad.

 
MIERES ¿ A dónde el camino irá?