COSAS SENCILLAS

Un piano de cola.
Querida Isabel, vivimos en un mundo tan acelerado, sofisticado y alejado de la naturaleza que cada vez nos resulta más difícil acceder a lo sencillo, saber lo que queremos y celebrar lo que tenemos. Le escribía a su amiga con un aire lánguido que envolvía sus sentimientos en el momento que observaba el prado donde las  gallinas picoteaban, se paraban a mirar a no se sabía dónde, y volvían a picotear la tierra.
El cielo había amanecido sin una nube, día de primavera. El horizonte se mostraba claro. En el fondo de su retina se dibujaba, nítido, un paisaje lleno de colores concisos. El conjunto daba a su ánimo somnoliento un tinte sereno.
Lo sencillo es difícil de aceptar y complicado de transmitir según Bucay  pero los medios de comunicación acaparan nuestro tiempo y nuestra devoción, alejándonos de la naturalidad del cara a cara; de la sencillez del café con un amigo, de su olor, de la expresión de su rostro y de su lenguaje corporal; pero no dudo que este comentario está pintado con las limitaciones propias de mi edad y los principios que he vivido como buenos a lo largo de mi existencia, Isabel.
El aire llegaba del sur lo que añadía un plus de felicidad. Las montañas emergían limpias aunque era en su altura donde se veían grandiosas, donde su perfil, bien definido, cortaba el cielo y mostraba lo espectacular de esta nuestra tierra astur.

Ni recuerdos nos unen, ni promesas.
No. Lo que nos enlaza
es que sólo somos dos, únicos dos,
tú para ser mirado, yo mirándote. 
                         J. Fernández.INBQ

No digo que no usemos las redes sociales, digo que tengamos actividad al margen de ellas y también es cierto que a veces  resulta difícil vivir cada nuevo día  como una oportunidad para disfrutar  las cosas sencillas que la vida nos regala. Aceptar  que hay cosas que no sabemos y que no podemos controlar, en ocasiones, no nos produce una sensación tan liberadora como debería.

Y los libros, amiga mía, sencillamente, tienen que estar entre los dedos. Su  esencia también habla. Tocarlos, subyuga. Subrayarlos y garabatearlos, enseña. Interaccionar con ellos es vivir la vida que otros soñaron. Tampoco dudo que este comentario está teñido con las mismas limitaciones de las que hablábamos antes.
Las  limitaciones son parte de la persona, después de estar tantos años intentando descubrirlas siguen dando la lata. Ella había pasado muchas horas de adolescente cerca de las vías del ferrocarril, por eso mismo sabía que la tristeza y la alegría viajaban en el mismo tren. Estas vacaciones habían sido sencillas.
Quizás esto que le contaba a Isabel, indicaba que ella sentía…y el único hilo conductor de aquella maraña de sentimientos, era la naturalidad.
La inteligencia es un don que está repartido de manera desigual, pero parecía claro que  la sencillez nunca debería de estar alejada del talento.
Y aunque las brujas estaban de moda, ninguna de ellas la había prevenido de qué hoy darías un paseo  sublime por el holocausto, subido al noble sonido de un piano de cola.


La sencillez de la ternura