¡Ahora si que la tenemos liada!
Resulta que la penúltima entrada la habéis leído muchos, muchísimos, para alegría de todos los que estamos implicados en esta historia. Y entonces a Pauli, que me lleva la publicidad entre los jóvenes, y a mí, nos come la inquietud elucubrando de que caray vamos a hablar para que os interese.
Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria´ crepúsculo cayendo en tus ojos, caracola terrestre, en ti la tierra canta. P. Neruda |
Parece un buen momento para contaros quien es Anita Pérez.
Anita es mi madre.
Todos sabemos que la madre de uno es un ser único e irrepetible y aunque lo demos por supuesto, no está demás pararse a reflexionar y dar gracias por tenerla.
Una sensación de calidez; de conexión con el mundo de la tranquilidad; de que todo está en su sitio,… esa es mi mamita.
Siempre estuvo ahí, siendo, lo suficientemente sincera como para que la realidad no me asombrara, y una muralla para que la realidad no me ofendiera.
Dispuesta a esperarme para comer; a hacerme la comida; a dejarme su chaqueta nueva; a despertarme por la mañana para que no me durmiera, y a volverme a despertar si me había dormido.
Todas las madres son el mismo instinto en cuerpos diferentes, preparadas para regalarnos su esencia, si tienen la suerte de que nos guste; para brindarnos su tiempo, si tienen la fortuna de que lo queramos; y para entregarnos su vida, si tiene la buena estrella de que nos interese.
Esa es tu madre y también la mía, que cuando acabé mi primera carrera apuntaba que medio título era suyo por la cantidad de horas que le había dedicado a aquel magisterio; No te quejes, tienes mucha suerte, sólo encuentra el porqué la tienes y da gracias por ello.
E incluso ahora que la vida le ha quitado el don de la palabra, recostada en su sillón de piel marrón, sus grandes ojos verdosos, son capaces de trasmitir tibieza, sosiego y una media sonrisa que ilumina mi mundo.
Por eso la adoro y decidí honrar este blog con su nombre; por eso me dejo la piel para seguir su estela como persona. Cásate con el rey, me decía, pero que te ame el hombre; por eso, si abandonara este mundo antes que yo, seguiría viva en mí, porque ella es un credo que habita en mi corazón.
En este irrepetible segundo, si tu mamita está a tu lado, dale un sentido abrazo como declaración pública de agradecimiento.
Si no está cerca pero lo estará, te has perdido el mimo de la persona que más te quiere. Así que arréglalo en cuanto puedas porque no habido, no hay nadie, ni lo habrá, que te sepa a ti querer de esta manera.
Pero si nunca vuelve a ser posible, cierra los ojos y déjate inundar por su ternura, porque ella eternamente te envolverá, como la esencia de aquel buen perfume que habíamos comprado en Italia; sólo es necesario que escuches tu corazón.
Un cariño.
"Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma" P.N Esta playa es la preferida de mi madre. |