Hacía un tiempo magnifico; la primavera había llegado días atrás jugando
con los oventenses, como tenía por costumbre, y si en un momento traía sol, a
las pocas horas acarreaba, lluvia.
Así que ella no conocía a casi nadie
que no refunfuñase por la meteorología en este bendito lugar del planeta; que
si otra vez lloviendo, que si hace frío, que si como cambió el día en un
momento, que si la abuela fuma.
La sencillez es el primer paso de la elegancia. La foto de PALOMA BARRIOS |
Aunque se asemejaba a muchos de sus antepasados paternos, a veces, su
madre aparecía en los ojos de ella, y
habitualmente estaba en sus palabras, por lo que no era capaz de entender qué
clase de nigromante había ingeniado un plan, que conseguía trasformar en
proscritos a un grupo de personas que, en principio, no necesitaban mucho
favor. Pues ahí los tienes, marcados por el ansia de no se sabe qué. Las
apariencias pretenden engañar, pero en el fondo todos nos conocemos, y sabemos
de qué pié cojea cada cual.
Aparentar, es el camino que no lleva a ninguna parte, pque a la hora de
la verdad, la vida emocional que estés viviendo saldrá por todos los poros de
la piel. De poco sirve engañar a tus cercanos, si a ti no te engañas; y más
temprano que tarde, la conciencia te pondrá en tu sitio, y en ningún otro.
Digamos para tranquilidad de todos, que
el sitio que ocupes en el mundo lo ganas a pulso, con tus hechos.
Después de una buena porción de peros, el sol había vuelto a salir en un
cielo tímido, que se excusaba por las travesuras primaverales. Entonces de la
mano de aquel revoltijo indigno, de aquella amalgama detestable, vino la
cordura que nos colocó en la realidad, además de aconsejarnos no criticar
demasiado a la gente cercana, por lo menos no juzgarlos desde el corazón; ya no
por ellos, si no por nosotros mismos.
Como siempre que necesitaba sentir la vida, salió al jardín; cuando
estuvo encima de la tapia se detuvo en un momento de éxtasis, y extendiendo la mirada al frente, notó el mundo
bajo sus pies.
Casi todos tenemos creencias limitantes que nos impiden desarrollar
nuestras capacidades. Esos credos llegaron de nuestros padres, de nuestros
maestros, o de la misma sociedad, y no son verdad. En realidad, somos mucho más
de lo que creemos ser. Es más, a veces pienso que cada uno de nosotros
encarnamos la historia de nuestros antepasados, y al no haber sido resuelta por
ellos, pasa a nosotros sin solventar. Nuestra organización psíquica, es decir,
todos los recuerdos, las vivencias y las interpretaciones de esas vivencias, se
establecieron en base a lo que alguien muy importante nos ha dicho siendo
niños, en la mayoría de los casos, nuestra madre. No tenemos conciencia del
grado de lealtad emocional que establecemos con esas personas que nos criaron,
pero es nuestro deber averiguar cuáles son las creencias que nos limitan para
ponerles solución; y sobre todo, es nuestra obligación, entender el propósito
de la vida, y disfrutar de este momento, pque es el que tenemos.
Había adquirido, sin proponérselo, un barniz social, aristócrata y
refinado, que le confería empaque y serenidad a la hora de tomar decisiones; y
la otra noche mientras escuchaba los sonidos metálicos y profundos, que
habían roto con su estilo las fronteras de la música clásica y no tenían limite
en sus actuaciones en directo, allí presente, la parte indómita de su espíritu,
entre los arcos de medio punto que la rodeaban y las luces estridentes del
concierto, digo, esa parte indomable, se había reafirmado en la decisión de que nunca
más intentaría aparentar algo que no era. Y si no te gustaba a ti, por lo
menos, se gustaría a sí misma.
Celebremos que otra primavera más ha llegado a Oviedo. Para
abordar algunos asuntos en la vida solo tenemos que mirarlos de frente,
aceptando completamente la realidad, que
siempre es soberana; la verdad manda. Pero con el derecho que confieren la
constancia, y el amor incondicional que te profeso, me atreveré a decir, feliz cumpleaños. Por lo demás todo sigue
igual, y la tan ambicionada conversación contigo parece sine die.
No hay pruebas que puedan determinar los asuntos del corazón. |