PARA LA PROMOCIÓN 2003/ 2018
La cordura es una
mentira desgarradora que a veces querríamos transformar en un sueño. Muy lejos
de esa cordura cabalgan los sentimientos llenos de verdad y de emoción, pero en
esta sociedad en la que vivimos asustan más los sentimientos intensos que los
idiotas. Entonces, y después de haber perdido, yo, el miedo a quedar como una idiota, paseo mi
dignidad por el bulevar de los sueños rotos.
Pero no hay que
alarmarse, he comprobado con cierta satisfacción que mi amor por Véneto sigue
intacto. Venga por lo que venga; piense lo que piense y sienta lo que sienta,
Venecia siempre me enamora. ¡Es tan diferente a todo!
GRAZIE MILLE |
Resulta agradable
observarla sin esa dulce angustia de esperarte; y pasearla sin ese lastre que
condicionaba todas las emociones, enfocándolas siempre a la posibilidad de tu
amistad. Sentirla con esta ligereza de conciencia sigue siendo adictivo. Aun
con los pies en la tierra y recogiendo la realidad a puñados, te prometo que si
vienes aquí, la magia te envolverá.
Decía Napoleón que el
salón más bello de Europa era la Plaza de San Marcos; yo no pretendo ser
emperador, pero tampoco quiero ser turista. No tengo el corazón fácil y abomino
respirar finitud bajo este cielo,…aquí no, porque lo que yo deseo es ser su
aire; necesito ser su alma y aspiro, además, a trascender a la existencia
impregnada del encanto bizantino de la ciudad.
Sabemos que la vida
cotidiana es un mosaico de cosas prosaicas y de realidades, a veces lacerantes,
sin embargo, intuimos que Venecia está hecha de sueños. Todos estos sueños se
los ofrezco a mis niños de la mejor forma que sé hacerlo. A esos muchachos que
me han escoltado por media Italia recordándome el valor de la amistad y del
buen humor. A esa generación que enardece el compañerismo, que quiere una
España unida y un amigo para siempre. Mis ilusiones para esta promoción del dos
mil tres/ dos mil dieciocho porque ellos saben a silencio y a fantasía; a
momentos de ternura y a una vida por vivir. A mis queridos alumnos para que,
como bien dice Machado, sean de los que hacen camino al andar. Para todos y
cada uno de ellos con el deseo de que las ganas de soñar les duren tanto como
la vida.
Porque como os decía:
puede que volváis a Italia pero seguro que no iréis con barba roja por el
carril tranvía; ni os volveréis locos buscando una sobrecamisa; ni por
supuesto tendréis a Roger, a Lorenzo ni a LA MII NEENA para cuidaros. Puede
que volváis a Italia, pero nunca juntos, y esa circunstancia convierte este
viaje en magia pura.
Gracias chicos, habéis construído un sueño para el recuerdo, de donde sólo había realidad.
PD: Me muero de amor
por vosotros.