LOS NIETOS DEL DIABLO

Nota de la autora

La historia de un país no se escribe solo con fechas y nombres con mayúscula. Por eso, mi objetivo, como humilde escritora que soy, es romper el silencio generado por el miedo en las familias a ser familia con el recuerdo y la memoria; aquella Longa noite de pedra del poeta Celso E. Ferreiro es un ejemplo de las muchas vidas destrozadas que el olvido engullía con apetito voraz. Darle vida a un ser querido que fue hijo de una época aciaga, por violenta, era un compromiso para mí. Porque es cierto que, si asumimos el pasado, se puede comprender el presente, que también sirve para proyectar una imagen de esperanza hacia el futuro.

Los nietos del Diablo

Esta es una historia real, llena de vida, de emoción, de aventura de alegría o tristeza…  tanto mía, personal, como vuestra. Porque en este nuestro país, todos encontraréis algo parecido si alguna vez tomáis la decisión de remover las cenizas, resultado de los fuegos encendidos de amadores, como diría el poeta. Si consigo que tú, querido lector, sientas como tuyas aquellas vidas recordadas en las páginas de mi novela, este libro habrá cumplido uno de sus cometidos y yo, personalmente, estaré satisfecha. Y a pesar de presentarse con una prosa sencilla, no prescinde del tono lírico y emocionado que le da alas al sentimentalismo que me llenaba cuando la escribía y profundizaba en los personajes. Has de saber que los ambientes y personajes son reales y propios cada uno de su época (Paulita y Dominga de principios del siglo xx, y la narradora y su prima, de principios del xxi), y con ellos la novela se abre hacia las vastas estepas legendarias de la Guerra Civil, y hacia la complejidad del alma humana, cuya parte más sórdida trata de comprender la autora con el amor a su propio abuelo, Fausto.

Hablar de esta obra supone hablar de una situación bastante normal para aquel siglo, donde un hombre, desarraigado por las situaciones, abandona a sus hijos. Pasado un tiempo, sus nietas, Marian y Ani, indagan en aquel comportamiento e intentan exculparlo a fuerza de recalcar los lazos de amor que dan sentido a su existencia. La contradicción se manifiesta al profundizar en los márgenes de la libertad del individuo, porque, cuando intentan paliar la mala actitud del abuelo basándose en las circunstancias históricas (la guerra o el hambre), siempre llegan a la conclusión de que otras personas, en iguales circunstancias, reaccionaron de forma diferente. Sin embargo, es justo terminar diciendo que escribir es lo mejor para comprender y justificar la razón de una voluntad rota por el destino. En fin, lector avisado, mi objetivo con estas letras es propiciar una lectura atenta para que esta novela se defienda sola en el proceloso mar de la vida que le tocó surcar a Fausto en aquellos tiempos.