Atrapados por el vendaval de vivir, un grupo de jóvenes valientes y
deportistas, habíamos salido en busca de independencia, a la par que de
reconocimiento. Entonces el tiempo pasó y asomaron los destinos; los grandes
retos para subsistir entre la tierra y el cielo.
Si resultas una conversación inteligente en un momento de empatía, entonces, bienvenido a mis pensamientos |
No somos partidarios de hacer daño en beneficio propio, ni de quedarnos con
lo que no es nuestro. Ayudamos al que nos necesita, y los suplementos ergogénicos
que ingerimos, son estrictamente, los legales. Queremos ser generosos sin que
eso tenga un coste humano y en algún momento lo conseguimos, no sin sentirnos,
especiales. Pero es parte de lo que somos, y lo que somos se lo debemos también
al entorno y a los valores que la vida, con el paso del tiempo, y el ejercicio,
con su instructiva dureza, nos ha enseñado. Nos hacemos llamar, deportistas.
Entre el barro de las zapatillas de clavos y el cielo, flotaba tu nombre.
Mirando el espacio intermedio marcado por los flys, que se movían a ritmo
frenético, seguía planteándose porque últimamente
volvía a ser un ente activo en un mundo del que nunca se había apartado.
Ya sabes, el atletismo silencioso, ese en el que nadie nota si estas,
estuviste, o no existes. No encontraba una respuesta que la satisficiera
enteramente; mientras tu imagen, nunca improcedente, se cruzaba en el camino. Le
inspiraba nostalgia aquel vibrante pasar
del tiempo; y ternura, el compartirlo contigo.
Otra opción era un entorno de mondo, que limitado por rayas blancas, daba lugar a calles infinitas,
como la vida misma. Subían y bajaban, trotaban, corrían y volaban, para acabar
sencillamente, caminando.
Adoro la sensación de correr, a través de la cual, lo malo se desvanece y
lo que es realmente bueno, se convierte por un momento en fantástico. El
atletismo es un mundo lleno de buenos valores, y mejores principios. Es
cuidarse, quererse, obsesionarse, entregarse. Es belleza y plasticidad. Es afán
de superación. Atletismo es algo muy tuyo, sale de ti, pones todo lo que
quieres poner, y te lleva hasta las más altas cumbres de la realización.
Nunca olvidaré el olor tan peculiar del gimnasio que había debajo de la
piscina del Cau, ni las palizas de arrastrarnos por el suelo que nos pegábamos
allí. Estas escenas, invariablemente, irán unidas al recuerdo de mucha gente.
¿Y qué me decís de nuestros entrenadores? Las miles de llamadas que les habremos
hecho. ¿Oye, que hago? ¿Jefa, cómo lo hago? Ahora llueve ¿puedo cambiarlo? …Pero
es que, un entrenador, en atletismo por lo menos, es como un padre
imperturbable y con solución para todo. Casi un dios en la tierra. Nos enseñan
a ser metódicos, constantes, un poco milicianos, y generosos en el
esfuerzo.
Tengo que decir, en honor a la verdad, que todos y cada uno de los que hay en el mundo han proporcionado a sus
atletas, momentos fascinantes, confidencias eternas, y consejos de todos los
colores, porque hay personas, que incluso sin proponérselo, te cambian la vida.
Ellos son esas personas. Marcan tu rumbo. A menudo te apoyan y motivan cuando
nadie apuesta por ti.
En un intento de afirmar la absoluta fascinación que de forma natural, el
atletismo ejerce sobre algunos de nosotros, debemos de reconocer que nos ha
visto crecer, soñar y madurar. Seguro, nos ha proporcionado anécdotas para
aburrir, recuerdos para varias generaciones, y, amigos para toda la eternidad.
Deportistas todos, conquistad el mundo, fijemos nuestros objetivos solo
en lo que se debe de hacer, porque estamos convencidos de que donde pongas una
gota de esencia de atletismo, pondrás un toque de calidad humana. Deportistas todos, conquistad
el mundo con vuestros valores, con vuestros principios…conquistad el mundo.
Por lo que sentimos algunos, cuando entramos en una pista de atletismo. |